Para dar comienzo a esta nueva “Bitácora de Pedro Morgan”, con la que llegamos a nuestro número 12 -por lo tanto al que sería nuestro primer cumpleaños de facto– hemos robado el título de un buen libro sobre la Primera Guerra Mundial que, en poco tiempo, también celebrará aniversario. El de los primeros cien años de su comienzo que, en efecto, fue en agosto de 1914. Cuando comenzaron a tronar los cañones que anunciaban una guerra a una escala devastadora que la educada y civilizada sociedad de la “Belle Époque” había temido siempre, pero había sido incapaz de imaginar en todo su horror.
Hoy, en este otro agosto, de momento, son otros cañones los que truenan. Son los de las detonaciones financieras en torno a las Bolsas y esa entelequia que llamamos “los mercados”. En realidad un eufemismo tras el que se esconden profesionales de la especulación financiera de altos vuelos que, lo sepan o no -es más probable lo segundo que lo primero, dada la orgullosa ignorancia de la que hacen gala con respecto a la Historia o a cualquier otra materia de “Humanidades”-, están reproduciendo hechos que se han repetido a lo largo de nuestra Historia económica desde, por lo menos, la crisis de los tulipanes holandeses de 1637 que inspiró a Alejandro Dumas una de sus más famosas novelas. Seguir leyendo